“El mundo está cambiando muy rápido. Ya no será el grande quien golpee al pequeño, será el rápido quien golpeará al lento”.Del infierno del Excel al cielo del BI.
Rupert Murdoch
En años recientes he tenido la oportunidad de impartir a jóvenes estudiantes del área de negocios y a diversos empresarios de Latinoamérica programas de formación en el tema de la Inteligencia Empresarial. Y este concepto, de acuerdo con mi experiencia en la consultoría de mercados, está compuesto a su vez de tres tipos de inteligencia: Negocios, Mercados y Competitiva.
La Inteligencia de Negocios encuentra su fundamento en el arsenal de recursos que la empresa tiene en su interior: personas, procesos, tecnologías, conocimiento y datos. La Inteligencia de Mercados por su parte, se puede ubicar en la capacidad de tomar decisiones sobre el entorno y momento de la empresa (oportunidades y amenazas). Por último, la Inteligencia Competitiva nos lleva a ser observadores de nuestra ubicación (de acuerdo con indicadores y métricas de negocio diversos) en relación con nuestras competencia (directa e indirecta).
Sumados estos tres conceptos, nos permite obtener la Inteligencia Empresarial una toma de decisiones más certera y con mayor generación de valor para todos nuestros procesos de negocio.
Un tema aún "en pañales" para nuestro país, es la aplicación práctica de este concepto, para lo cual inevitablemente necesitamos de aplicaciones tecnológicas especializadas. Y sobre este punto deseo reflexionar en este espacio colaborativo.
Normalmente este tipo de herramientas tienen que estar integradas en una estrategia, la cual regirá el Balanced Scorecard (BSC) que necesita una compañía y los indicadores clave de rendimiento (KPI’s) que se precisan en cada corporación y en cada sector en particular.
En un entorno en el que en teoría, la inmensa mayoría de las empresas tiene soportados los procesos de negocio con diferentes sistemas informáticos (ERP’s, CRM’s, SCM’s, hojas de Excel aisladas, etc.), el exceso de datos en un mercado tan competitivo como el actual, se ha convertido en un gran problema, por lo que la Inteligencia Empresarial se erige como una pieza que consigue aunar todos estos datos dispersos y relacionarlos para poder tomar mejores decisiones.
La realidad actual se representa muy bien a través de la infografía que acompaña este post, en cuanto que está evolucionando y aún hay empresas en las tres situaciones que se describen: “Del infierno de las hojas de cálculo al cielo de la gestión empresarial”. Y, habría que decir que la mayoría de las empresas nacionales se encuentran hoy en día en la fase del infierno, algunas, sobre todo las grandes compañías, están en el purgatorio y las que podríamos llamar más avanzadas o con un grado de inteligencia mayor, independientemente de su tamaño o facturación, habrían alcanzado ya el cielo (o estar muy cerca de lograrlo).
A este respecto, participé el año pasado en un estudio al que fui invitado por la empresa española de BI LITEBI. Dicho estudio tiene su precedente en el 2011 y busca identificar el estado actual de la Inteligencia Empresarial en nuestro país; en su metodología consideraron: análisis documental, entrevistas a profesionales de diferentes sectores y un cuestionario para calcular el Índice de Inteligencia Empresarial. Además de la consulta de diferentes websites, consultores empresariales y más de 20 entrevistas a profundidad con diferentes profesionales seniors dentro del ámbito de la gestión, entre los que se encontraban gerentes, directores de marketing, directores de TI, directores de Recursos Humanos y directores administrativo-financieros.
Luego de consultar y explorar los terrenos de cómo toman decisiones hoy día las empresas mexicanas, el grado de adopción tecnológica en sistemas sustantivos, la definición de sus procesos de negocio, de las métricas y formas de evaluar el impacto de su toma de decisiones, los resultados más sobresalientes de este estudio fueron los siguientes:
Concluimos que la pequeña y mediana empresa (PyME) que es considerada hoy día como uno de los actores clave del desarrollo en nuestro país, no tiene implantados o desarrolladas todas sus posibilidades con respecto a los sistemas de información y la Inteligencia Empresarial.
En este estudio se vuelve a remarcar también, que las necesidades actuales de Inteligencia Empresarial siguen apuntando hacia programas capaces de hacer coherente toda la información de la que dispone una empresa, además de ser ágiles y rápidos.
Con toda esta información, en tu empresa:
Por cierto, a nuestra empresa le fue muy bien: 164.29 en su C.I., en una industria (Educación/Consultoría) donde el promedio está en 95.23. Aún así, es evidente que a quienes formamos parte de los procesos de formación y enseñanza-aprendizaje, nos falta mucho para tomar mejores decisiones y sobre todo, aquellas que nos permitan realmente, transformar la educación en México, en gran déficit como todos lo sabemos.
Les invito a mantener esta conversación activa con sus reflexiones, su visión y propuestas en relación con la Inteligencia Empresarial.
Al final, ¿qué tan inteligente crees que es tu empresa?
La Inteligencia de Negocios encuentra su fundamento en el arsenal de recursos que la empresa tiene en su interior: personas, procesos, tecnologías, conocimiento y datos. La Inteligencia de Mercados por su parte, se puede ubicar en la capacidad de tomar decisiones sobre el entorno y momento de la empresa (oportunidades y amenazas). Por último, la Inteligencia Competitiva nos lleva a ser observadores de nuestra ubicación (de acuerdo con indicadores y métricas de negocio diversos) en relación con nuestras competencia (directa e indirecta).
Sumados estos tres conceptos, nos permite obtener la Inteligencia Empresarial una toma de decisiones más certera y con mayor generación de valor para todos nuestros procesos de negocio.
Un tema aún "en pañales" para nuestro país, es la aplicación práctica de este concepto, para lo cual inevitablemente necesitamos de aplicaciones tecnológicas especializadas. Y sobre este punto deseo reflexionar en este espacio colaborativo.
Normalmente este tipo de herramientas tienen que estar integradas en una estrategia, la cual regirá el Balanced Scorecard (BSC) que necesita una compañía y los indicadores clave de rendimiento (KPI’s) que se precisan en cada corporación y en cada sector en particular.
En un entorno en el que en teoría, la inmensa mayoría de las empresas tiene soportados los procesos de negocio con diferentes sistemas informáticos (ERP’s, CRM’s, SCM’s, hojas de Excel aisladas, etc.), el exceso de datos en un mercado tan competitivo como el actual, se ha convertido en un gran problema, por lo que la Inteligencia Empresarial se erige como una pieza que consigue aunar todos estos datos dispersos y relacionarlos para poder tomar mejores decisiones.
- ¿Utilizan las empresas información inteligente en sus estrategias? ¿Acceden a los datos a través de sistemas de inteligencia de negocios, mercados o competitivas?
La realidad actual se representa muy bien a través de la infografía que acompaña este post, en cuanto que está evolucionando y aún hay empresas en las tres situaciones que se describen: “Del infierno de las hojas de cálculo al cielo de la gestión empresarial”. Y, habría que decir que la mayoría de las empresas nacionales se encuentran hoy en día en la fase del infierno, algunas, sobre todo las grandes compañías, están en el purgatorio y las que podríamos llamar más avanzadas o con un grado de inteligencia mayor, independientemente de su tamaño o facturación, habrían alcanzado ya el cielo (o estar muy cerca de lograrlo).
A este respecto, participé el año pasado en un estudio al que fui invitado por la empresa española de BI LITEBI. Dicho estudio tiene su precedente en el 2011 y busca identificar el estado actual de la Inteligencia Empresarial en nuestro país; en su metodología consideraron: análisis documental, entrevistas a profesionales de diferentes sectores y un cuestionario para calcular el Índice de Inteligencia Empresarial. Además de la consulta de diferentes websites, consultores empresariales y más de 20 entrevistas a profundidad con diferentes profesionales seniors dentro del ámbito de la gestión, entre los que se encontraban gerentes, directores de marketing, directores de TI, directores de Recursos Humanos y directores administrativo-financieros.
Luego de consultar y explorar los terrenos de cómo toman decisiones hoy día las empresas mexicanas, el grado de adopción tecnológica en sistemas sustantivos, la definición de sus procesos de negocio, de las métricas y formas de evaluar el impacto de su toma de decisiones, los resultados más sobresalientes de este estudio fueron los siguientes:
- Pese a la mínima implantación de estos sistemas de información y, menos aún de los que utilizan tecnologías en la nube (cloud computing), los empresarios, en su mayoría, les confieren el beneplácito y las consideran herramientas importantes para la gestión integral que se precisa en estos momentos y a futuro.
- Los resultados demuestran un aumento de las necesidades de uso de estas herramientas de Inteligencia Emprearial por parte del entramado empresarial, pese a que en estos momentos no están implantadas en la mayoría de empresas.
- El Coeficiente de Inteligencia (C.I.) medio de la empresa que refleja este estudio se sitúa en 71.78 puntos. Un claro reprobado, teniendo en cuenta que se ponderó sobre 180 puntos, que corresponderían a una empresa “superdotada” a nivel tecnológico y de sistemas de información.
- El sector más inteligente que se refleja en el estudio 2012, es el formado por las empresas del ámbito de la salud, seguido por sectores que no han destacado tanto en su grado tecnológico, como son las empresas del sector automotriz o telecomunicaciones.
- Si analizamos el Coeficiente de Inteligencia Global en relación a la actividad económica de las distintas compañías que presenta la red empresarial, vemos que los peor valorados o “menos inteligentes” son los siguientes: el sector del mueble; textil, pieles, madera y corcho; plástico y otros productos no metálicos.
Concluimos que la pequeña y mediana empresa (PyME) que es considerada hoy día como uno de los actores clave del desarrollo en nuestro país, no tiene implantados o desarrolladas todas sus posibilidades con respecto a los sistemas de información y la Inteligencia Empresarial.
En este estudio se vuelve a remarcar también, que las necesidades actuales de Inteligencia Empresarial siguen apuntando hacia programas capaces de hacer coherente toda la información de la que dispone una empresa, además de ser ágiles y rápidos.
Con toda esta información, en tu empresa:
- ¿En dónde se encuentran en relación con el uso de tecnologías de información para la toma de decisiones?
- ¿Tienen establecidos procesos de negocio formales para su toma de decisiones “inteligente”?
- ¿Están considerando o ya han adoptado plataformas tecnológicas que les permitan gestionar de mejor forma su conocimiento y el talento propio de su organización?
Por cierto, a nuestra empresa le fue muy bien: 164.29 en su C.I., en una industria (Educación/Consultoría) donde el promedio está en 95.23. Aún así, es evidente que a quienes formamos parte de los procesos de formación y enseñanza-aprendizaje, nos falta mucho para tomar mejores decisiones y sobre todo, aquellas que nos permitan realmente, transformar la educación en México, en gran déficit como todos lo sabemos.
Les invito a mantener esta conversación activa con sus reflexiones, su visión y propuestas en relación con la Inteligencia Empresarial.
Al final, ¿qué tan inteligente crees que es tu empresa?